No podemos seguir gastando a un ritmo frenético. A ese tren hay que bajarle la velocidad y por eso las metas del próximo Gobierno distrital deben ser precisas y concretas. No podemos llenar el venidero Plan de Desarrollo Distrital de generalidades que se queden en el papel. Hay que priorizar.
No será fácil el escenario financiero de la ciudad para el alcalde o la alcaldesa que elijamos en octubre.
No estamos en la misma situación calamitosa de 2001 que nos condujo, comenzando el gobierno del exalcalde Humberto Caiafa, al Acuerdo de Reestructuración de Pasivos (conocido como la 550). Que tampoco fue que se cumpliera al pie de la letra en su tiempo de vigencia.
No será fácil, repito, el escenario financiero de la ciudad en 2024-2027, a lo que hay que sumar la inflexibilidad del presupuesto del Distrito consistente en los compromisos a atender de las vigencias futuras hasta 2033 y la deuda pública hasta 2040, y las obligaciones con entidades descentralizadas como la ADI, Siembra Barranquilla y Edubar.
Ante esta realidad, los y las aspirantes a la Alcaldía deberían inscribir en la Registraduría propuestas de gobierno muy realistas. Estarían mintiéndoles a los ciudadanos si prometen cosas que desborden la menguada capacidad de gasto del Distrito.
La pesadilla financiera de Barranquilla en 2001 era esta: embargos a montones, deudas por todos lados y cero transferencias a los entes de control. Hoy hay embargos y atrasos en los pagos a los contratistas con OPS (Órdenes de Prestación de Servicios). El nivel de solvencia del Distrito se ha reducido y es la derivación de un gasto desmesurado en los últimos años en distintos frentes.
Un estado de insolvencia sería grave porque podría colocar de nuevo a la ciudad ante el riesgo de no cumplir sus compromisos. Es simple: los ingresos crecieron, pero los gastos mucho más.
No podemos seguir gastando a un ritmo frenético. A ese tren hay que bajarle la velocidad y por eso las metas del próximo Gobierno distrital deben ser precisas y concretas. No podemos llenar el venidero Plan de Desarrollo Distrital de generalidades que se queden en el papel. Hay que priorizar.
La crisis financiera de Barranquilla de 2001 era gravísima. La de hoy todavía no es de esa magnitud. Pero si no le ponemos moderación a los gastos podríamos retornar al escenario anterior.
La evaluación de desempeño fiscal que realiza el DNP, en el marco del artículo 79 de la Ley 617, muestra que el Distrito en el 2020 estuvo en el rango de vulnerable y en el 2021 en el rango de deterioro, lo que significa riesgo de déficit, alto endeudamiento, elevada dependencia de las transferencias nacionales y bajo nivel de inversión en infraestructura.
El Distrito, según la DAF del Ministerio de Hacienda, presenta un recurrente déficit en el balance financiero entre 2019 Y 2021, que llegó en este último año a $906.000 millones. La conclusión es que el manejo financiero debe mejorar.
Autor: Horacio Brieva
Fuente: El Heraldo – 90 Años
URL: https://www.elheraldo.co/columnas-de-opinion/horacio-brieva/ojo-con-las-finanzas-de-barranquilla-columna-de-horacio-brieva