Es evidente que la gira del presidente Petro por Estados Unidos, tanto en la relación bilateral con el gobierno demócrata de Joe Biden, como en los foros multilaterales y académicos, fue exitosa – para el país y para él como presidente – y eso es algo que debe alegrarnos a todos los colombianos, pero es necesario señalar que el éxito de la misma se deriva de la combinación de varios elementos: i) los temas de agenda que ha venido planteando el presidente Petro en los foros internacionales: temas de agenda medioambiental, de transición energética, de la necesidad de diseñar una nueva política antidrogas y una relación distinta con el caso venezolano, a lo cual se adiciona la intención de darle una solución concertada a la histórica violencia interna colombiana, que desde hace varios gobiernos, especialmente el de Juan Manuel Santos, se ha situado en la preocupación internacional; ii) una cancillería activa en los asuntos internacionales, que ha contribuido a que se tenga una mirada diferente de la política internacional colombiana, diferente al clásico alineamiento con el cual se tendió a identificar en el pasado; iii) un activo embajador en Washington, con unas positivas relaciones con el Congreso y el Gobierno de USA y que ha hecho una tarea importante en ese sentido. A lo anterior hay que agregar la buena imagen internacional en la seriedad del manejo de la política macroeconómica.
Lo anterior, pese a ciertas intenciones negativas de sectores de la oposición interna colombiana, que intentaron colocar en esferas del gobierno norteamericano un mal ambiente contra el Canciller y algunos de los temas de la agenda del Gobierno, rompiendo con una tradición que siempre se ha considerado deseable y es que la política exterior del Gobierno debe ser uno de los campos al margen de las disputas partidistas internas.
Ahora bien, ese paso destacado de política exterior colombiana, debe seguirse desarrollando en términos de los avances previstos en los distintos campos. Primero, cómo se vaya a llevar a cabo la reunión de la próxima semana en Bogotá entre el Gobierno venezolano y la mesa de la oposición política de ese país, donde será fundamental el rol del Presidente, de su Canciller, igual que otros ministros que han cumplido unas tareas estratégicas. Segundo, que Colombia siga jugando, de manera discreta y efectiva, el rol que destacó el Presidente Biden de ser el aliado estratégico más importante en la región –en lo cual combinar una sólida relación bilateral con una multilateralismo creciente es básico-. Tercero, la capacidad de lograr acuerdos bilaterales, pero también en escenarios multilaterales para avanzar en el diseño de una nueva política antidrogas, tarea fundamental, pero nada fácil –no es simplemente dejar de combatirlo en lo interno, ni pensar solamente en ideas que pueden ser deseables, pero no viables en el corto o mediano plazo-. Cuarto, lograr avanzar en diseñar y ejecutar políticas que apunten a manejos novedosos pero necesarios, de regiones fundamentales para la humanidad y su futuro, pero que países como Brasil consideran de su órbita estratégica, como la Amazonía. Finalmente, el avance de la compleja política de ‘Paz Total’.
Fuente: El Colombiano
Autor: Alejo Vargas Velásquez
URL: https://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/balance-positivo-gira-del-presidente-petro-EK21185735